Ella no tiene nada que envidiar,
pues todo lo tiene en amplio mirar
nada esconde y a la vista lo has de encontrar.
En lo profundo de mi alma
estás siempre prendida,
deja que te halague con éstas palabras mías
porque eres encanto y estas llena de armonía.
Extensos mares con atardeceres en crepuscular
campos frondoso a lo largo y ancho
de ésta tierra bendita y querida,
inmensas llanuras mostrando, reces,
cielos rojos y arboledas a su antojo.
Oh tierra fructífera, toda ella da jugosos frutos
rosas hermosas, contempladas y anheladas
por muchos ojos,flores que traspasan
litorales, ciudades, mares y países.
Estas son palabras de amor que inspiré
en bellos momentos de gratitud y fe,
palabras a palabra en tu mirar la pluma se me fue
y sin investigar mucho todo lo plasmé.
Y una vez hecho, una vez escrito,
mirando el cielo con la mano en el pecho,
con gran orgullo y desenfreno,
con voz airosa y enardecida...
Grite a los cuatro vientos
¡Colombia, Patria mía!
Luz Elena Arias Soto
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