sábado, 14 de noviembre de 2020

LEYENDA DE LA NOCHE


Cuenta una interesante historia, que el sol, la luna, las estrellas y todos los dioses del olimpo, se confabularon en contra de la noche para hacerla desaparecer; por considerarla dañina, perjudicial y de poca utilidad en la vida de la tierra y para todo ser.

La noche se llenó de coraje, se puso triste y hasta quiso desaparecer, pero al parecer, nadie consigo la quiso tener, por lo que se escondió entre la negra cabellera de una de las más bellas diosas hecha mujer.

Desde entonces, se dice que cada atardecer, se sienta en el horizonte junto a los girasoles con su florecer a peinar sus largos cabellos, los cuales aparecen visibles entre los dorados rayos del sol.

Conforme avanzan las horas, la acuarela del Creador, se torna color rubí y de intenso coral. Finalmente, despliega su cabellera toda, con ese inconfundible manto de misterio, pintando de negro crespón, el impetuoso y bravío mar de Poseidón.

El sol se oculta, la luna, alumbra con todo esplendor y las estrellas en su fulgor, tratan de opacar la belleza de la noche, - lamentablemente ese encanto, es imposible deshacer, ya no puede ser, pues la noche se hizo querer.

La noche tiene vida propia, se reinventa y alimenta con los versos del poeta, con los estribillos del trovador y con el romance de un amante corazón.

La luna y las estrellas acompañan su colorido decoro, con destellos de diamantes y matices de suspiros constantes de ternura, robados a toda alma noble, y inocente y pura.

George Rivas Urquiza.

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