Cuando la muerte toca a la puerta
un escalofrío recorre el cuerpo
tan silenciosa y escalofriante
es su entrada, que apenas es perceptible.
Calaverica con su manto negro
y blancos sus huesos
recorre pasillos, calles y veredas
en busca de su próxima víctima.
Tan triste es la partida
de aquel ser querido,
que la muerte vino a su camino
para llevarlo a un frío cementerio.
Su cuerpo inerte y pálido
quedo con el asombro
de cruzarse la muerte en su senda
y dejar cortada su vida.
Llantos, lágrimas y tristeza
se reflejan en los rostros
de aquellos que quedan en la tierra
a llorar a sus muertos.
La muerte hace su tarea
de llevar almas de la tierra
a su vida eterna
según como ha vivido.
Vive bien, haz el bien,
no dañes a tu prójimo
porque te hundirás en el averno
o en tendrás gloria en el cielo.
Solo estamos en esta tierra
en un camino corto
pasamos imperceptibles
recogiendo experiencias.
Por eso si quieres la gloria
y la paz de tu alma
haz el bien sin mirar a quien
porque la muerte te está vigilando.
Rocío Villacís
No hay comentarios:
Publicar un comentario