Cuatro años se alimentaron
en el cobijo confiable de sus humildes mamas,
obligados por el hambre.
Es el “ Suplemento alimenticio”
de la extrema pobreza,
y la madre con destreza
tiene que cumplir.
¡Divino alimento maternal!
Aún suple en tantos hogares
como en mi tierra natal,
calmando el tierno llanto.
Mientras la corrupta bajeza
se burla de la pobreza...
Pero…
¡Ya crecieron¡ ¡Ellos son!
¡Valientes defensores de lo justo!
¡Que la justicia divina los proteja
bajo la sombra de sus alas!
Y se sientan orgullosas
aquellas mamas que les dieron vida.
Delfín Giraldo V. -Perú-
No hay comentarios:
Publicar un comentario