Erase… un todo de colores,
sonidos orquestados en inmensidad,
y los sauces lloraron en el tropel de la risa,
las luces caminaban en compás,
el oropel en caras pintadas y equilibrios, las
fieras oscuras en sencillos sortilegios enjaulados,
mas las tablillas y equilibrios
en cuerda de alturas violáceas,
leones, caballos, focas, osos,
hermanos menores mil,
en cuerpos sedosos desdoblados en contorsión,
danzan chispas mágicas en armoniosos
movimientos subliminales.
Explotan círculos en carpas de alegrías, de suspenso,
confusión en ilusiones,
luego la algarabía y carnavalesca.
Impronto todo se mezcla en vida y muerte,
sensación en aquelarres de risa y miedos,
mientras el sauce en acervado dominio,
pausado mirase cuando podía sostenerse
en ecuanimidad,
la tierra se humedece en sus pies y piel,
ya es tiempo, -La luna hilvana un danzar-
todos se mueven,
con ese vertebrar de sostenida
involución como un pedazo de pastel,
tomado en tajadas tersas,
y más luego un silencia sepulcral.
El sauce en colorido y sonrojado rojo intenso,
insemino las pausas dolientes
del amanecer del día de cada día,
festival de risas y emociones,
carnavalescas configuraciones de muecas,
absortas algunas y otras grotescas,
todo en un mundo bizarro y dúctil,
como locura humana, tal real, tan cierta,
que origina pasiones y prisiones adversas dentro del alma,
al final todos y cada uno de casi todos nosotros,
volvemos al redil insatisfechos, pero amansados
y los otros –aquel pequeño puñado grupo-
sentimos la locura y nuestros demonios en la piel,
buscando en el desvarío la cordura.
Hoover Hozema
No hay comentarios:
Publicar un comentario