Primero la vergüenza
porque los pobres
comían nuestra basura
Después la incompatibilidad
porque nuestra clase social
decía que así era la vida:
que siempre los pobres
iban a estar ahí
para molestarnos
Entonces la rabia
porque los militares defendían
el derecho de los ricos
a explotar el hambre
y el trabajo de los pobres
Y por fin,
nuestro cambio de vida
para hacer la revolución
Porque así éramos
fuimos al exilio,
pero no al silencio,
no a la conformidad
porque seguimos
en la revolución
aunque sea en el papel
aunque sea en patria ajena
aunque sea en el honor
porque así somos.
Teresinka Pereira
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