FRENTE A FRENTE

Sentado frente a frente
con tu yo
comprendes
que la vida es un pasar
un viaje que redunda en otro viaje
reportando tus emblemas
tus historias repetidas
en canciones de contiendas
entonando sus bemoles de trastienda.

Él te anima a ser valiente
sublimando los caminos
de los fuegos peregrinos que han quemado
naves listas a zarpar.
Naves viejas fracturadas
en andares imprudentes
que tu audacia
ha insistido en transitar.

Y te miras al espejo de tu yo
esperando que él te diga
dónde tienes que explorar.
Cuál diseño es el más digno
más auténtico
anidado en esa fragua que en tu alma van forjando
los principios que han bordado
tu sustancia existencial.

Y tus ojos se reflejan
en los ojos de tu par.
Él te mira desnudando tu sentir
tu integridad
y te muestra las oscuras tempestades
que se esconden en los pliegues invisibles
de tu lento despertar.

Es posible que aún no sepas
quién habita en los imperios de tu altar
si la brisa no te dona
las extrañas mariposas que aletean
intentando desnudar
emociones reprimidas que te gritan:
“hoy yo quiero palpitar
con los brincos de la vida que visita mi portal”.

Beatriz Ojeda