viernes, 17 de abril de 2020

LA TARDE


La tarde, la tarde, la tarde…
como una letanía,
como algo esperado, concreto,
pero a la vez plácido,
tierno, relajante.
Al final las montañas,
las pequeñas casas distantes,
el sol oblicuo, tornasolado,
evanescentes violetas
y azules que van esfumándose.
Contemplar la tarde, esas horas
cuando todo pide el regreso,
el momento de estar en casa,
ese pequeño placer sin nombre,
algo apenas explicado por las palabras.
El alma se serena,
la brisa es caricia tenue, envoltura suave,
aleteo de mariposas sobre la piel.
Mi pequeña terraza,
mi metro y medio de naturaleza
en el octavo piso,
donde me encuentro
como si estuviera en una nube,
como si la felicidad me saludase
y fuera perfecto el mundo.
¿Qué más puedo decir?
Este es mi instante,
lo vivo, está en mí
y para mí es mucho,
es como tantas pequeñas cosas cotidianas:
de gran y suma importancia.

ANTONIO QUERO

No hay comentarios:

Publicar un comentario