"Tal vez la muerte
sea un acto de amor.
Tal vez, tal vez ..." -Antonio Ramos-.
Un corazón se cuelga un parapente
y brinda al sol -el viejo dios albino
que dibuja en la cresta del poniente
su roja faz- ¡la suerte del presente!:
"Por el sol y por Dios -el gran ausente-,
que dan vida a la luna -remolino
y escupidera de sueños, ¡fuente
de amor!"-. Y luego, sigue su camino
y adiós. Será loco, será ignorante
-pensé-: a quién se le ocurre tal pecado,
brindarle a un dios -tirarle al rostro el guante-
y, tras dejar a medias su faena,
creer que dios lo ha santificado
¡sin derramar su sangre por la arena!
Antonio Ramos -ESPAÑA-
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