domingo, 3 de noviembre de 2019
DE AMOR Y MUERTE
(Díptico de "El Día de Todos los Difuntos")
LLANTO DE ATARDECER
Llanto de atardecer te sientes nada.
Te sientes un crepúsculo de fuego,
una lluvia de estrellas -y humo, luego-
hasta ser: una lágrima en la riada
de la noche, una niña extraviada
en una calle solitaria, un ciego
que entre todas las piezas de este "lego"
no halla luz para ver la madrugada
-no ve la pieza que le falta-. Llanto
de atardecer te sientes muerto, y sientes
crecer los jaramagos del espanto
mientras escuchas murmurar las fuentes
al otro lado de este campo-santo:
¡donde el sol nos mantiene aún calientes!
EL TESTAMENTO DE UN MORIBUNDO
Me voy dejando, entre tus manos, vida
y el calor necesario para ella.
Me voy siguiendo el rastro de una estrella,
con brillo y como un beso que no anida.
Me voy como una mariposa herida
de amor, que tu recuerdo hará más bella.
Como la luz me voy, la luz sin mella
del sol, donde hay un barco que se oxida.
Me voy y ahora, tú, te quedas sola;
como una mar a solas con su ola,
como una mar perdida entre desiertos.
Me voy y al alejarme de estos puertos,
dejo un suspiro al aire, en mi gramola:
¡dejo mi corazón para los muertos!
Antonio Ramos -ESPAÑA-
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