Lates, como late un sonido hueco
en la reverberancia del silencio,
quebrando los ecos aún más tristes
de las putas de Márquez.
Seduces, con tesón te imploras
llorando al peso de palabras,
reiterando una vez más la venganza
con tus miedos más obscenos.
Cortas, como un tomahawk
haciendo de la guerra tu ofensiva,
dibujando una sonrisa gélida
en tu cara vencedora.
Pero amas, como humano
y eso importa sobre lo divino,
humano dado como un verbo
y con la vida conjugado.
TANIA MATIAS
No hay comentarios:
Publicar un comentario