Declárate en banca rota
y se espantan los amigos,
la familia aun es más loca,
se proclaman enemigos.
Vacas gordas mantenidas
no se acuerdan del banquete
cuando estaban atendidas
con respeto a más de siete.
Ya ni siento ni padezco
su descaro e hipocresía,
pues tengo lo que merezco,
es mi luz en armonía.
El dinero no lo es todo,
mi cariño era sincero;
ya soy rica, sobretodo,
pues les he visto el plumero.
En mi casa he compartido
mis enseres y comida;
no hay roto sin descosido,
ni siquiera estoy dolida.
María Sirena Matri Mar -España-
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