viernes, 2 de agosto de 2019

LAS COINCIDENCIAS NO EXISTEN


Las coincidencias no existen. Al menos eso cree...
No por menos, si ha tenido mensajes caídos a sus manos desde los cielos.
Ata uno a uno para hacerlo parte de un todo...
Y nada... aquí queda ella.
Solo escribe, sueña, relata, salta y vuelve y salta.
¡"Vuelve"! De todos, es el que más retumba en su interior
aún con el pasar de experiencias...
¡Vuelve, oh señor!... tu novia dice...
¡Otro más! Fue elegido al azar como juego de niños.
Papel en mano y libro sagrado:
¡Elige sin mirar! (Risas... era un simple juego)
La palabra escrita tiene poder y transforma a aquellos, que en ella, creen.
Si mis ojos alzo a los montes... esos montes del olivo donde tantas veces a llorar queríamos
y fortalecidos salíamos.
Allí, socorro suplicaba y de esperanza se llenaba.
Amor... último y tercero de ímpetu golpeando suave las caras de los atrevidos a jugar con lo sacro.
Un amor sin límites que en todo cree, todo lo soporta y de generosidad se decora.
El es camino a la eternidad...
Canto... ¿Por qué suena que entre el cantar, y la voz como transporte, se mueve una hacia la luz?
"Tierra a heredar. Entre muchos, oídos le prestarán".
Es tu mensaje en voz, con melodía cual si canto de dioses, fuera...
Números en palabras habladas.
Todo escrito para escribir...

Luna dormida

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