EXUBERANTE AROMA DE FLORES EN INVIERNO

Escribir es un ¿qué hacer?, cuando a solas estoy y ulula el silencio
Vienen a la memoria pasajes líricos de lord Byron: “¿Quién toca el laúd?
¿Quién clama? :– No pases por mi tumba sin dedicarme tierno
el pensamiento”
Exuberante aroma de flores en invierno
Y es que no soporta Byron: la ausencia de Medora y no ha de substraerse
e impetuoso grita; ¡Mi espada y mi capa! Salta, corre, vuela hasta que sus
pies alcanzan el borde de una roca donde termina el desfiladero y
se profundizan los acantilados
Sus hombres anhelantes le siguen, pero cautelosos caminando entre
grietas del escarpado
Los signos interiores que manifiestan las pasiones del alma son difícil de
captar
Le oyen gemir el nombre de Medora
La luna se oculta entre nubes espesas y se representan sombras fantasmales
mientras la niebla fría hiela los cuerpos
Los hombres de Conrado, pesarosos se retiran de los acantilados
anhelantes del amanecer y por fin ver al Amo, como el huracán aparecer-

Del Libro En las cartas que leía la Bruja de OMÍLCAR CRUZ RESTREPO