EL ESPERANZADOR BRILLO DEL AMOR

Adamantino instante, cuando voy acicalando este sentir dentro de pragmáticos silencios, que los voy ingiriendo con una actitud siempre de amor, entrega y fidelidad a este sentimiento afirmado en noches de desvelo, ante la pasión desbordada hasta el albor, donde tu aroma y ese aliento emanado como manantial, provocan una alegoría al acercarme a tu rostro cálido todavía por esos besos; te ha perpetuado en tu piel, descubriendo tu mirada perdida en el regazo de Morfeo

Mirarte así es volar, sentir que tú eres manjar de los dioses y yo un humilde plebeyo; ¿entonces?, Cómo puedo ser osado para tener la perspicacia y por más que trato de direccionar mi pensar a un laberinto sin salida, no puedo y más bien dentro de este aturdido pensar, sueño declamando dulces caricias en una alocución que lleguen a las mismas profundidades de tu hermosa alma

Dentro de mi arcano, siento como burbujas de ebullición nos van envolviendo siempre con tu anuencia, hacia los parajes más recónditos de ensueños, catarsis en anhelos por ascender en una apología donde existe sólo la belleza y pureza del amor

Ya en la pasividad del argumento almidonado y bajo el ensueño que me produce este sentimiento, tomo un pincel imaginario y como un invidente voy garabateando en los ósculos exaltados, de esos labios rojos carmín, una ola de un mar celeste codiciado; y en ese instante cuando te invito a anclar nuestro suspiro armonizado, iniciamos en un abrazo para continuar hasta arraigar una pasión, que se cincele en una bitácora camenal, florilegio candoroso de este bello sueño de veneración

Nelson Lenin Aguinaga Ortiz