Cada anochecer te espero
a orillas del mar,
el mismo mar que nos separó.
Solo me acompaña una copa
de la que juntos bebimos antes
de tu loca partida.
Mi mirada siempre fija en el
horizonte,
esperando tu regreso.
Muchas veces al mar le pregunto
por qué de mi te separó.
Sin respuestas, mis lágrimas bañan
mi rostro,
pero no me resigno a perderte.
Aún espero tu llegada y verme
florecida en un beso.
Quiero sentir tus manos haciendo
maniobras de pecado,
quiero escuchar tu voz que rompa
el silencio de cada anochecer
junto al mar.
Regresa pronto mi amor,
no permitas que esta soledad aniquile
mi corazón porque el amor de mi vida
seguirás siendo tú.
Mariana Potosí.
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