“Con el rocío hablé” cuando tú te fuiste,
va lento y va calmo y va ilusionado
porque tu figura lo ha enamorado,
y hasta parece que llora de triste,
tu ser inefable, él no lo resiste,
porque lo ve siempre ante él reflejado,
y es que, en cada brisa, él siempre persiste,
porque ha encontrado el ser más amado.
Y se va y se viene por cada montaña
dejando su brisa de gota melosa,
al beso del alba que siempre lo baña
con tibia mirada y un beso de hada,
que viera en la tarde a su dama hermosa,
y verla por siempre, su castalia amada.
Él a ti te quiere
porque te dibuja en el alto cielo,
y ve a su figura que tanto prefiere.
Jose Manuel Quintero Rojas
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