Cada vez que te hablo
siento tu intransigente
e imaginaria pluma
apuntando palabra
por palabra
mis pecados.
Tu secreta
e intransigente cólera
es una intrusa
en nuestro destino.
El amor no tiene corazas,
y de las venas
no hay que extraer
impulsos secretos
de censura.
Sin embargo
¿cómo vivir totalmente
puro de las grangrenas
del discurso?
Teresinka Pereira
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