Transparente era su mirada,
como el velo de una novia,
que ocultar no tiene nada,
solo amor y sueños hay en ella.
Como la mirada de un niño,
sin pecado ni malicia,
que te entrega su sonrisa,
a cambio de una caricia.
Transparente como
una noche de verano,
con un cielo cuajado de estrellas,
y una luna luminosa y bella.
Como el agua de una vertiente,
pura, cristalina, que beber se puede,
como era su deseo, de beber su amor,
de sus labios en pequeños sorbos,
Así se durmió esa noche,
pensando en la transparencia,
de su mirada ausente,
que calmaba su mente,
y arropaba su alma.
Anitra Bravo Galaz -Chile-
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