miércoles, 1 de mayo de 2019
ROSAS FLOTANDO EN EL MAR
(A los pescadores que descansan en el mar).
Tan blancas como su espuma flotan de acuerdo a su ritmo;
esas rosas al amanecer lanzadas por manos marcadas de ausencias,
a este mar insondable y poderoso.
Ya sea en días serenos, ya sea en días sombríos;
las rosas blancas recuerdan a los hombres que algún día
lo admiraron como amigo,
y en otras tantas le temieron
y sus vidas le entregaron
a cambio de un sustento digno.
Sobre las salinas aguas y bajo el cálido sol,
ellas flotan livianas e indiferentes a los vaivenes del mar
y a los días del calendario marcados con una tragedia.
Unos pelícanos bulliciosos las observan sin parar,
parece que las confunden
con otros amigos del mar,
en este inicio de día
que a los demás ya sorprende.
Las nostalgias se apresuran;
sin llamarlas están presentes,
algunas casi enraizadas,
otras un tanto noveles
acompañan estas rosas
repletas de sentimientos.
Quizá en todos los mares del mundo se bañan eternamente
los espíritus de aquellos valientes que un día lo desafiaron,
pero les tocó perder
como en la ruleta rusa.
Los botes van alejándose
con su carga de nostalgias,
con su carga de recuerdos
de aquellos que ya no están,
de aquellos tan valerosos
cuyas memorias se perpetuarán.
Del poemario "Él viene hacia mí..." de Gilda Pérez G. -Chile-
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