QUISIERA QUE LA VIDA FUERA VIDA

Quisiera que la vida fuera vida y con tintura de arco iris poderla pintar,
para beber del color de la ternura, del amor y de la alegría
y así en acuarelas cristalinas navegar.

Quisiera que la vida fuera vida y en las ramas de la brisa vespertina poder dibujar
una estela de estrellas, llenas de un cristalino y limpio palpitar.

Quisiera que la vida fuera vida y en un jardín lleno de bellas melodías poderla sembrar,
para así disfrutar del aroma de un nuevo canto y de una nueva canción y de un radiante y alegre cantar.

Quisiera que la vida fuera vida y con pinceladas de fragancias cariñosas poderla acariciar,
y así disfrutar de una tarde deliciosa, respirando ganas de vivir, de sonreír y de amar.

Quisiera que la vida fuera vida y sus tersas llamas acrisoladas poderlas cada día disfrutar,
en cada amanecer, cuando el sol despierta su benévola sonrisa, que a la tierra adormecida llega a besar.

Quisiera que la vida fuera vida y al manto de su rocío vívido y rutilante poderlo tomar,
y así plasmar en él, las huellas cristalinas y vibrantes de las miradas y sonrisas que cada día habré de cultivar y de cosechar.

Quisiera que la vida fuera vida y a las cuerdas perladas de su lluvia melodiosa poderlas tocar,
para así extraer la savia exquisita y sedosa de los lindos y bellos recuerdos que en mi corazón siempre habré de atesorar.

Quisiera que la vida fuera vida y en sus tibias y límpidas arenas poder suavemente descansar,
mientras disfruto de la fresca calidez de la alegría de los niños y de las niñas,quienes con sus ganas de vivir y de jugar me llegan a contagiar.

Quisiera que la vida fuera vida y crear un sendero dorado de manos llenas de amor y cariño para dar,
y así abrigar con el color de un tierno brillo a aquellos afligidos y desamparados, que en sus vidas una mano amiga han de necesitar.

Quisiera que la vida fuera vida y nutrirme con su sedoso bálsamo que mana de su exquisito y dulce manantial,
y así caminar sobre un río lleno de reverdecientes motivos para vivir y soñar.

Quisiera que la vida fuera vida y abrir la puerta, día a día, a su floreciente despertar,
y así deleitarme en la visita fulgurante y colorida de las bendiciones
que el Dios del Cielo con mucho amor y cariño me habrá de dar.

Quisiera que la vida fuera vida y su fructífera y vivificante esencia hacerla multiplicar,
y así a cada vida y a cada alma contagiar de motivos para vivir, luchar y triunfar.

Quisiera que la vida fuera vida pero más que quererlo lo asumo como una maravillosa realidad
gracias a Aquel quien es la verdadera Vida, el Camino y la Verdad

Joel Fariñez -Venezuela-