Ante la embestida de algunos poderes, los efectos nocivos del cambio climático y la escasez de agua en aumento, el movimiento: Proyecto Cultural Sur llama a todos los seres humanos a defender el líquido vital de la vida, el agua es un derecho humano, su consagración como tal debiera ir acompañado de su usufructo gratuito para todos, pero grupos económicos de acción contraria a la vida han logrado, en algunos países, privatizar su distribución, en otros se pretende hacer lo mismo, con la anuencia de quienes debieran defender en primer lugar los intereses de sus electores, actúan como si la vida fuera un negocio, rentable para pocos y caro para muchos. En realidad, un atropello a los derechos de todos.
Los grandes problemas de la humanidad no son ajenos a la forma en que actuamos unos contra otros; con leyes que responden a intereses económicos de las minorías, con guerras, con acuerdos antidemocráticos no se resuelven. Ya basta de guerras, ya basta de embestidas contra la vida, ya basta de manipulación, los seres humanos no somos mercancía de nadie, la economía debe estar al servicio de la humanidad, no al revés, como acontece en la mayoría de países.
Pongamos las cartas de la fe, del amor, de la verdad sobre la mesa, con razones desde el análisis, con esfuerzos desde el corazón, con voluntad, respeto y decisión que ponga en primer lugar las necesidades humanas de los seres humanos, pongamos en lo alto nuestras metáforas, nuestro arte, la belleza, el acto heroico de mirar los ojos fríos de la muerte, por medio de la acción desde el trabajo cultural hacia la cultura permisiva de unos pocos actuando como dioses. Proponemos una acción local con carácter global, una acción global con carácter local, que entregue belleza defendiendo un bien común. Desde todas las disciplinas del arte mostremos al mundo nuestros latidos y nuestra decisión de que el agua sea, de hecho y derecho, un derecho humano, no privatizable. Llenemos la vida de efervescencia creativa: poesías, cuentos, ensayos, artes plásticas, fotografías, teatro, danza, mímica, títeres y todo lo que la imaginación permita, mostrando la urgente necesidad de proteger el agua y con ella la vida, creando una nueva forma de relacionarnos entre nosotros y con la naturaleza.
Sin Agua no hay vida. Defender la vida es ir al fondo del problema. Desde el trabajo cultural seamos la mejor herramienta de cambio.
El objetivo de esta acción artística en defensa del agua es posibilitar el desarrollo del potencial creador de todas y cada una de las personas que participen. Somos los auto convocados a organizar y movilizar conciencia, seamos los facilitadores de las soluciones.
Si consideremos un caso específico; en El Salvador se pretende aprobar una ley que es un atentado a la vida, hablamos de la Ley Integral de Agua, su objetivo es privatizar el agua, con esta ley se borra con el codo lo poco de sagrado que nos están dejando, en otras palabras, para ellos el agua es una mercancía más. Se sacraliza el derecho privado en contra de la vida.
Vivimos la paradoja de que el sistema nos ofrece soluciones de a mayor necesidad: abundancia para pocos y falta absoluta para muchos, una forma rentable, pero inhumana de enfrentar las soluciones que la vida requiere.
El mañana depende de nuestras acciones presentes, qué ese mañana sea el que soñamos.
Por Proyecto Cultura Sur internacional Lucy Ortiz y Tito Alvarado
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