BAILANDO SEVILLANAS

En el Baúl de la Piquer, bar musical
Me encuentro rodeado de mujeres
Que bailan sevillanas
Inaccesibles para mí
Porque yo sólo sé bailar chotis.
Una de ellas, Rosina
Me invita a bailar aunque no sepa.
Yo le digo al oído:
-Eres la flor del lugar.
Ellas bailan en círculo
Como las Brujas del Cañón de Río Lobo
Un cuarto para Burgos
Y tres cuartos para Soria.
Comienzo a gozar de su hermosura
Diciéndole Rosina
Aunque me escuchen las demás:
-Todo cuanto yo te pida
Me lo tienes que dar.
Grandes vibraciones siento
Bailando sevillanas
Alrededor de todas estas mujeres
Cuyo Chumino huele a demonios
Aunque, para mí, valen
Más de dos mil doblones
Pues dan Vida y Amor en plazas
Ventanas y balcones de Burgos capital.
¡Una holística sensación
Siento en la punta del capullo!
Yo os invito, maricones y cabronazos
Que estáis junto a la barra del bar
Soñando en besarle el Ojete
Al macho cabrío o el Diablo
Que os acerquéis, yo os invito
A este vibrante círculo de mujeres
Y os abráis, a conciencia
A la llamada de nuestra esencia
Pues a través de ellas hemos nacido
Y dentro de ellas hemos comido
Profiteroles y otras delicias
A través del cordón umbilical.
También, hemos sacado la lengua
Por fuera del Chumino
Para besar ese caño de oro
De nuestros padre que entraban y salían
Para divertirnos a ellas y a nosotros.
Aquí, bailando sevillanas
Las mujeres construyen su imperio:
¡Es el momento de su liderazgo!
Sus cejas, como medias lunas
Alumbran el Baúl de la Piquer.
Sus Chuminos figurados
En los vestidos de volantes
Guían nuestros pasos.
Sus pestañas como alfileres
Se clavan en nuestras Pichas.
El sudor de sus narices
Atraviesan el alma de las mismas
Cuando nos besamos sin mirarnos.
Los pies de Rosina bailando
Son dos picaportes
Que, cuando los míos pongo debajo
Reciben el golpe
Y un rodillazo en los cojones.
No sé si bailando
Voy y le digo:
-Rosina,  que no sé bailar.
Yo no sé cómo esta mujer
Ardiente besa mi boca
Pues mi boca es un cuartel
Con soldaditos pochos y roídos.
Sin embargo
Nuestras partes ocultas hacen preguntas
Se quieren querer
Que, por eso, nos hemos ido
Al servicio de mujeres
Y después de cerrar la puerta
Con cerrojo
En su cuartelillo peludo
Que cría mucho Monte de Venus
Sepultura y cárcel de mi pene, a la vez
Con orgasmo se la he metido.
-Rosina, tan guapa y bella, le digo
Todo lo que pasa por tu garganta
Qué bien te sienta.
Tus pechos son dos fuentes de agua
Que están secas
Pero no me importa besar sus pezones
Por ver si saco algo bueno
Aunque sea pez.
Tus piernas retorneadas
De arriba gorditas
De abajo delgadas
¡Qué bien bailan estas sevillanas!:
“A bailar, a bailar, a bailar
Alegres sevillanas
Todo el mundo a bailar
A bailar, a bailar, a bailar
Ven conmigo a bailar”…
-Chico, me dices
Con la boca llena de esperma
Pulsa mi clítoris
Con la misma devoción
Con la que pulsas el teclado del ordenado
Y vuelve otra vez
A clavármela si quieres
Que no me importaría
A los nueve meses, o antes
Cagar un mochuelo o mochuela
Porque los curas puteros y pedófilos
Y sus beatas meapilas
Así lo mandan y quieren.
Este Feminismo con sevillanas
Me eleva la moral
Que, ahora, tengo erecta
Y sueño despierto
Que la Bola del Mundo
Tiene Sexo de mujer
Y tengo que penetrarlo como sea.
“Que cante la Giralda, que baile Huelva.
Baila, dime que tú me quieres”…

Daniel de Culla