EL RELOJ

El reloj se paró a las
Ocho menos diez.
No sé el día...
Tampoco el mes... sólo se que una lágrima cae de pena y otra se seca al caer.
El cielo dejó de vestirse de azul.
Las estrellas no volvieron a salir,
Y... la luna dejó de sonreír.
El reloj se paró...
Porque ya no tiene corazón.
Nadie le da vida...
Nadie le da amor.
Tuvo una larga vida...
Durante millones de minutos
fue rey del sol.
Cuando viajaba por aquellos mundos en su bolsillo de algodón.
Todo tenía sentido...
el tiempo era su alegría.
Hoy son las ocho menos diez...
Y el reloj comenzó... de nuevo a latir.
¡Despertó!
Sus manos comenzaron a moverse... su corazón volvió a sentir.
Una puerta se cierra...
Una ventana sé abre.
El dueño del tiempo lo decidió.
Veo las estrellas pasear...
Ya veo la Luna
Ya veo el sol,
el cielo se pinto de un inmenso azul.
Este reloj dará las ocho
las nueve y las diez.
Porque aún tiene vida.
Confía en ti...
Confía en él...
¡La vida durará mientras esté yo!

Manuel Franco García