domingo, 3 de febrero de 2019
CHARLAS SERIAS
Cualquier lugar es agradable, bebiendo vinos tintos con sabor
a lujuria, masticando orejitas al corazón de la luna.
Puedo irme en cualquier momento y nada me extraña, y sigo
siendo libre condicional a la luna, y una definición es bonita:
ser amante, involucrarse con las cosas del lugar, sin enfado, ver
encantador lo fugaz, encantadores los aromas, los colores, a todo
adiós darle un sentido, es decir: esto ha de servirme, más tarde.
Dije al abuelo – soy feliz y no quiero ir a otra parte.
¿Aquí, conmigo? No conocerás felicidad.
Debes viajar. Intercambiando conocimientos de cultura, tendrás
a tu alcance distintas perspectivas. Entre rebuscadores del
conocimiento, han de suscitarse charlas serias; y tu expresas en
conversaciones de pintura, música, poesía, literatura, un discurso
amable, que a muchos encanta.
Abuelo: No soy ningún rebuscador y leo libros pero no he escrito
un libro, y sólo soy autor de un poema; bebiendo vinos tintos con
sabor a lujuria, masticando orejitas al corazón de la luna.
El abuelo rió y tosió hasta fatigarse.
Del libro En las cartas que leía la Bruja de OMÍLCAR CRUZ RESTREPO
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