Al transitar por donde
algún día lo hicimos,
en cada esquina,
en cada sitio concibo
tu presencia...
no se si es demencia
pero te siento conmigo,
cierro mis ojos
y murmuro a tu ausencia,
una lágrima de alegría
desliza tu nombre,
al tiempo que se me desgarra
el alma
por tu amor correspondido,
que se escurre entre los dedos
como el agua
y cual rosa del desierto
de solo un día…
queda en el recuerdo
su hermosura de por vida.
Álvaro Carbonell Núñez.
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