Nacer que mil veces quiero, quisiera
mil veces de la misma madre nacer,
repetir la vida que me vio crecer
con igual amor que ella tuviera:
¡Ay si por mil cosas pedir, pudiera!;
…sería ver un nuevo amanecer
y el más sincero amor florecer
en el bello rostro que siempre viera.
Tierna sonrisa que como guirnalda
adorna la paz que luce su cara
y con desinteresado amor, salda:
¡Ay, dulce néctar que amamantara!;
goloso, mecido sobre tu halda;
¡mil veces mil, por mamar, te llorara!
Paco Aguilar i Espada
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