DERROTADO

He terminado con este amor homicida
que me sumergió en el infierno...
... con las prisas
de crueles besos demudados...
llegué a pensar que nunca habías besado,
pero tú, eras pura poesía
y me sumergías en versos bastardos.

He superado mis defectos
atraído por tu horizonte de sucesos
donde se ha detenido el tiempo,
estoy vivo, cuando en ti, muero,
sálvame... ¡oh Dios!... de esta agonía
y no prometeré aquello que no haría
porque lo haría siendo sincero
y después lo negaría.

No puedo ser desobediente
a un corazón que se pervierte
en mis sentimientos suicidas,
ya he enterrado parte de mi vida
en esos labios hirientes
y en ti, he perdido mi estima.

¡Al fin solo!... ¡que alegría!...
pues solo la soledad me correspondía
y a ella estoy adaptado
dejando el sentimiento de lado
y viendo como me moría...
como siempre... desilusionado.

Luis Maria Saiz Laso