Tu mirada me prende y enciende,
ese brillo angelical me condena
y que decir de tu sonrisa ajena
me pierdo caminando sediente.
Se olvidan tristezas y temores.
Placer es chispa vital que me tienta
me arrastra al delirio hedienta
tus labios deseos chiquiadores
Formaré un cataplasma cada día,
para mitigar el dolor de este amor,
soy el sosiego de tu picardía
Y tú me amas con todos los sentidos
como nunca hubieres imaginado
un amor intenso y abastecidos.
Janeth Olivas
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