viernes, 28 de diciembre de 2018
383
Y los héroes de cartón
se acomodaron,
aplaudiéndose a sí mismos,
yo de niño jugaba con sus caras
esparcidas en un millón de figuritas.
Alguien dijo:
Triunfar no es excelencia,
sólo basta con ser reconocido,
no importa lo que hagas;
procura que tu rostro sea plaga
y te consuman de la noche a la mañana,
en un millón de envases
repletos de glucosa y conservantes.
El amor
se ha disfrazado de erotismo
el dolor se tiñe en propagandas,
aún estoy esperando el monumento,
al labriego, la madre y el abuelo,
que siguen transitando su mañana
con más fe que esperanza.
Y mis héroes
de cartón enmudecieron
la ilusión encalló entre mil derrotas,
se perdieron en la infancia sin premuras,
donde todo era posible
y jugábamos con nada;
cuando la pobreza era orgullo
en la riqueza del alma,
que aún volaba con nosotros
bajo un cielo más amigo
remontando indomables barriletes.
José Luis Gareis -Argentina-
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