MAÑANA GRIS PLATA

Un amanecer frío,
la temperatura inferior
a los diez grados centígrados,
los maderos del techo se contrae en su caos.

Al abrir los agujeros ópticos,
el gris plata del cielo,
no parpadea sus ojos,
para mirar sus habitantes serenos.

El día veintiocho novembrino,
anuncia protestas en treinta y ocho
capitales de la república Colombiana,
y en su capital, dos mil seiscientos metros
más cerca a las estrellas Andinas.

Los maestros, estudiantes, pensionados,
trabajadores rurales y urbanos.
Por apoyo de la educación y financiación
de la educación a los universitarios públicos.

Los impuestos en su máxima dimensión,
acaban los bolsillos de los ciudadanos capitalinos
y los habitantes rurales menos favorecidos.
¡Reclamos justos en las calles de los Colombianos!

La mañana novembrina,
con el gris plata de su cielo,
requiere de abrazos amistosos,
familiares, de los amores selectos.
¡Para despertar la hormona del amor!

La oxitacina levanta su extremidad
superior con lenta paciencia,
luego estira su otra extremidad.
¡La hormona trota todo el universo corporal!

El tejido fundamental del amor,
retoma el puesto adecuado.
La vida recobra su inmanencia.
Con la ayuda de las perturbadas hormonas.

La danza de la vida continua,
en la mañana gris plata.
Con las hormonas coloradas
del amor tejiendo la inmanencia.

Las oxitacinas caóticas,
contribuyen al tejido del amor.
Con cuyos tejidos se elabora la manta
sobria de la libertad en esta mañana gris plata.

Fernando Enrique Zárate Ángel -Colombia-