Fugaz.
Como un beso,
caído en el silencio,
del eco de tus labios
sobre tu vientre plano
sofocada del beso,
correspondió,
en tu pecho.
Sigo.
El camino, de tu cuerpo,
subiendo en el silencio,
donde nace el deseo,
en madrugadas, ardientes,
manos seductoras
que llegan a mi jardín.
En la penumbra.
De mi habitación
ahí perfilé,
el deleite de tu piel,
el verso que declamé,
bebiendo del elixir.
piel con piel,
deseo y pasión
La madrugada.
Mi voz susurra
entre gozos, y suspiros.
ahí vives.
Amor.
Santiaga Tauste
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