EL ÚLTIMO LUGAR.

En aquel lugar
donde llorar es inevitable,
la tristeza infaltable,
donde uno va a visitar
a nuestros muertos,
nuestros seres queridos,
que se nos adelantaron,
que de este mundo se fueron,
en una de mis visitas,
escuché muchas historias,
hoy recordé una de ellas,
que me llevaron por escaleras
por el tiempo destruidas,
para encontrarme un escenario,
de cruces enumeradas
por el tiempo desgastadas,
vi que al contrario
de los demás pabellones,
no había lápidas ni flores,
¿Quiénes eran?
¿Por qué ahí estaban?
las respuestas trajeron
más preguntas,
tan solo me respondieron,
que eran los ángeles olvidados
pequeñas almas
que por no ser bautizadas
ahí fueron enterradas,
de los demás apartadas,
sentí la necesidad de alejarme,
mientras salía del lugar,
la puerta vi cerrarse
y afuera la vida continuar.

Victoria Baltazar -Perú-