EL HADA DE LA CANELA

El alma del pájaro de piedra
es una rama de canela entre tus manos,
que silba
a la madrugada de magnolias
y a la tarde de nenúfares dormidos,
pero es un aroma a canela que nos roza
como una pluma bailando con el viento,
pero es un viento de estrellitas madrugadoras.

Y tus ojos, entre luciérnagas se pierden
entre mirlos tu pelo amanece,
tan sólo el rocío te baña sin mis manos,
tan sólo mis manos te dibujan en el aire.

Aire de libélulas y elefantes,
aire de mundos soñadores y de reyes,
aire que eleva pensamientos al silencio
y que los tiñe con el color de la aurora
en el éxtasis de un beso,
del beso de la canela y del rocío.

Nora Uria Castro