Estás ahí
donde
se pone el sol
cuando la noche
se aparta dejando atrás
a los enamorados.
Estás ahí
donde
se mueren las estrellas
ocultas en el horizonte
de los caminos polvorientos.
Estás ahí
a la espera
de unos vientos susurrantes
que nos llevan y nos traen
una y otra vez sin dejarnos
un respiro para amarnos de nuevo.
Estás ahí
tú siempre estás ahí
y yo te envuelvo enfurecida
entre el manto de la calma
y el miedo a la oscuridad
cuando llega la mañana.
Y tú
siempre estás ahí.
Lola García
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