Solo tú. Siempre tú.
Eres como agua
en Tierra seca
como palabras vivas
en alma desesperada
como Cielo abierto
después de una tormenta
como caricias de afecto
cuando cae la indiferencia.
Eres, un soplo de viento
que corre sobre mi piel
de marfil.
Un sonido acurrucado en mi oído,
un murmullo de agua
que quita mi sed,
una fruta deseada
que quita mi hambre
un sueño en mi mente...
Eres, lo que anima mi vida
caminante de todos
los caminos...
tu mano en la mía
compañero de un destino
que nos apremia...
¡eres tú amor de mi
corazón!
Marina Peralta Ortiz -Granada-
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