Hay una puerta bella
En el mar inmenso
Donde a veces vienes
Para alegrar mis tardes.
Las aguas marinas
Cambian de colores
A veces es verde
Otras azul celeste.
Desde mi puerta
Veo tu gran corazón
Que sabe a canción
Y que es una emoción.
El mar no está solo
Hay gaviotas volando
Piqueros, pelícanos
Y otras aves felices.
En mi imaginación
Llega emocionada
Con ansias de amar
Besar y abrazarme.
Mi puerta es grande
A veces es de oro
Otras parece diamante
Pero allí estás presente.
Elías Franklin Leiva Castañeda -Perú-
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