AQUÍ ESTOY HACIENDO BALANCE DE MI VIDA

Las olas de Boca Chica que mueren en mis pies.
Mientras observo el Caribe, desde aquel dos mil diez.
Aquellos cigarrillos, que ya no fumo, con su dañino humo azul.
Mi mano cada día con esta pluma de pavo.
Que no se decide a empezar su trabajo.
La rosa de Bayahibe que te regalé aquel verano.
Mis amistades lejanas en aquel pueblo serrano.
Aquella extraña rosa verde que corté para ti.
Aquel pedrusco donde me monté para ver
La ballena jorobada:-que no pude verla-
Y tú te enojaste mucho por mi travesura de niño.
Por subirme en aquella peligrosa piedra.
La cara de mi mamá muerta que jamás olvidé.
La ciudad colonial de Santo domingo, en noches de luna clara.
Mi cuñado el notario, camino de la universidad.
Con aquel montón de libros y revistas bajo el brazo.
Mi nieta, la pequeña, -traviesa, siempre incordiando-
La mala leche con que pago los impuestos del estado.
Los ojos que no ven más que otros ojos.
Cuando se despiden cada mañana hasta que vuelven a mi lado.
El sabor de un rico café, que casi ya no puedo tomarlo.
Este pelo ya casi blanco, que no me deja olvidar.
Los malos y buenos momentos pasados.
Y los setenta años que cumpliré, dentro de diez meces...

RAFAEL CHACÓN MARTEL