martes, 30 de octubre de 2018

AMOR SAGRADO…


Era un solo silencio en la inmensidad donde una celda solamente acompañaba un existir, donde solo se ondeaban las hojas de los árboles y las hojas eran como el destino incierto de una desencajada mujer que se excitaba bajo el manto sagrado de una próxima película que ella quería ser realidad y que su realidad ya era lo erótico y la composición de lo nuevo de sus sentidos que estando bajo un hábito ya había des configurado bastante su lema y su vocación…

Mientras él se paseaba cercano a sus sentires, las miradas silenciosas y la discreción apaciguaban las murmuraciones de las demás compañeras que sin levantar sospechas continuaba su lucha dentro del claustro donde fue sometida internamente, pero en las misas en pleno altar no se podía aguantar el erotismo causado por las sensaciones tan extrañas que al interior se sentían, eran como punzadas y a la vez era ese fuego lujurioso que la quemaba por dentro por solo conseguir de él un beso, mientras ella solo redactaba versos en una escondida libreta que mantenía lejos de las manos superiores de ese lugar.

Ella ponía sus manos en los bolsillos de la túnica para sobre llevar un poco esa locura a fuego de pasión que la atormentaba por dentro…
Pero una noche no logró aguantarse y como quien busca opciones tomó la idea de ir a las ruinas de una vieja capilla a orar y justo allí estaba él.
Una larga y ligera conmoción la envolvió y de ese loco acaloramiento el sacerdote la miraba despacio como cuando quieres de esto y a la vez una fuerza te frena para contenerte…

Ella solamente, en una sola mirada sus ojos le pedían a gritos un beso de su sagrada boca, ella solo le hacía ver lo que sentía cuando entre momentos le llamaba y sus manos sudorosas entrenaban para poderle tocar el manto que el cautelosamente protegía entre sus piernas.

Fue pasando el tiempo y esta agraciada novicia fue tomando más fuerza dentro de aquel lugar… llegando el momento de tomar los votos con su velo blanco, del que deseaba quedara brillante pero sus deseos eran tan fuertes que una noche desolada en lo alto de una montaña casi por amanecer, se encontraron las dos almas… sí… dos almas casi santas… sí… dos seres que perseguían a la santidad… pero… el gran pero… entonces… quizás… ¡Era santo su encuentro y pecaminoso su pensar…!

Él conservaba su sotana como galán de telenovela, mientras ella una simple servidora solo quería sentir… sintiendo el abrazo fresco de un beso… de esos versos calentones que redactaba… entre su libreta secreta…

En medio de la noche todo sucedió… en medio de la nada comenzaron a hablar… solo en medio de las estrellas como un cáliz perfecto sus perfecciones comenzaron a cambiar… Ya se les denotaba toda una pasión fresca como el aroma del Jazmín de noche, que surgía de ese mágico árbol… donde… si… solo los susurros adornaban su lecho de pasión apasionada que debajo de sus vestiduras sagradas ya se había cuajado el sentir delicado de esa noble doncella y ese loco clériman que guardaba ese hombre bajo la calidad de párroco del templo.

Solo en ese momento… sí… tal vez a escondidas de los humanos… sí… pero una luz les observaba a lo lejos y no les juzgaba… no les aludía ni les reprochaba nada… esa luz solo les iluminaba el camino que ambos siervos del Altísimo debían continuar…

Y llega el momento más inesperado… lo más anhelado por ella… sí… esa bella y delicada novicia que entre sus papeles redactaba… ella solo versaba ese episodio… sí… pero algo le turbaba… pero eso ya no importaba y simplemente se lanzó al abismo… y lo miraba con amor… con cariño… con sus manos solo acariciaba su rostro… con una inmensa ternura que llego al punto de desarmarlo por completo… él solo tembloroso… sudaba… pero no dudaba de su sentir… sí… sentía que le estorbaba esa túnica… sentían uno al otro de todo un poco… hasta que… ayyy… sus túnicas volaron por el horizonte y como un Adán y una Eva, sentían estar en el paraíso… solo vestidos de locura… temblaron de lujuria… se les encendió toda una llama de caricias… que esa noche oscura se les iluminó por completo… vieron el amanecer de sus cuerpos desnudos… solo ese erotismo les danzaba como suave gotas de rocío que experimentaban incansables como una esencia que embellecía cada estallido de placer, cada rosa que el deshojaba de ella y esa doncella solo cada temblor lo utilizaba como el despoje de la química que atorada en su existir tenía hace algún tiempo atrás…

Eran entonces esos gemidos… ambos se sentían libres y liberados… pero una voz desde la casa principal… se escuchó como si los hubiesen descubierto… era la priora de ese lugar desesperada porque una oveja se le había extraviado… y… se ocultaron despacio y como pecado de paraíso se ocultaron bajo las ramas de los árboles… entonces un silencio les rodeó las desnudez… era más que eso… ellos solo deseaban que ese deseo traspasara fronteras… que fuera mucho más allá… que todo el universo supiera de ellos… así como ella lo había redactado en su secreta libreta…

Ese sentimiento nunca murió… más bien tomó fuerza… mucha fortaleza… sus túnicas las llevan hoy en su corazón… pero su intenso amor… en el mundo floreció…

Allis Albary Monsalve Monsalve -Colombia-

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