domingo, 2 de septiembre de 2018

LA LUCHA


La lucha de asir al
hombre,
se anuda con musgos
y líquenes.
Mientras el viento
arrebata los deseos.
Llevándolos
quien sabe adónde .
Las horas disparan
contra el corcel del
alma.
Reflejándose en la
opacidad del agua.
Voy detrás del eco de
esa voz que reconozco
entre laberintos
de anuncios.
Amenazando las horas
como bestias
de sombras gigantes.
Sobre los espacios
castigados me detengo
antes que las gotas me
devoren.
El agua se niega contra
el murallón
del hombre sin alma.

E. Alicia Junco -Argentina-

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