Te observo al amanecer,
se estremece mi ser.
Sol me bañas
con tu luz brillante,
me siento fresca
y renovada
en tu morada.
Eres mi reflejo
me proyecto en ti,
haces que mi aura
se observe
con facilidad
los colores que descienden:
Rojo pasión que enamora,
amarillo abundancia
y anaranjado energético.
Me prendes y me enciendes
cada día al despertar
y al anochecer
me seduces y me elevas contigo,
donde se encuentran motivos,
para estallar de felicidad.
En silencio la noche
no hace ningún reproche,
solo se apodera de la espera
y fluimos abrazados
e impregnados de romanticismo.
Me cubres con el velo
mágico, elevándome
a otros mundos,
conectándonos
con lo divino.
F. Janeth Elizarraraz O. ( U.SA ).
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