A un nuevo despertar
me arrullan tus brazos
sintiendo tu ternura
angelical, amado
con mucha intensidad.
Siento la fuerza de este amor
que hace latir mi corazón,
abrazo cada pensamiento
que nos nutre y fortalece.
Me apacigua tu silencio
y esa tu forma de observarme,
me transporta a planos sublimes,
se eriza mi piel tú
me haces estremecer
con solo estar conectada a ti,
todo fluye en mí.
Tienes tanto para dar
y yo me abro a recibir
como una colibrí
que se prende
del néctar de la miel
y se llena de placer
elevándose a otros planos
se inunda de felicidad.
F. Janeth Elizarraraz O.
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