jueves, 30 de agosto de 2018
TODO ERAN DESGRACIAS
Que pasaba, que todas las desgracias
eran para mí, porque hoy
me había pasado de todo,
llevaba una mañana fatal.
Lamentándome apareció ella,
era como una aparición,
era de carne y hueso,
viniste hacia mí y me dijiste,
¿que te pasa? no estés así.
Entonces yo le conté todo
y ella tuvo autocompasión de mí,
dándome ese cariño que toda persona
necesita cuando tiene un mal día.
Lo hacía con tanta dulzura y cariño
que desde un principio quede atónito,
como una persona que apenas me conocía
podía hablarme con tanta dulzura.
Pero ella era así se sentía culpable,
sin conocerme y sin haberme echo nada,
todo lo contrario me estaba dando ánimos
que a mí me estaban devolviendo a la vida.
Estando con ella yo me sentía otra persona
tenia la virtud de devolverme mi valor,
pues esa mañana me habían pasado tantas cosas
que solo ella me animó y me convenció
a que siguiera con ganas de vivir y amar.
JESÚS FANLO ASENSIO -ESPAÑA-
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