PIEDRA DE NOCHE

Vivaces las pupilas
tratan difícil descifrar
el canto intenso color tierra,
tierra ancestral con fogata
inextinguible, fraternal.

¡Ah! miradas crepitantes
en la más profunda hebra
de nuestros antepasados cuando
a brazos íntegros se vencían
cordilleras, abismos y distancias.

Retumbar de caracolas
sobre páramos o caminos
compañeros extendidos a geometría
por donde la vida surca
tan solo para la caricia del alba.

Melodías fluyendo incansable
de aquellas tonadas que da
la tierra en su girar cotidiano
anunciando nuevas cosechas,
esperanzas hecho semillas de luz.

A ti pedernal de sueños cautivos
regados con relámpagos y aguaceros,
ilumina a esta última piedra preciosa
que hallé portentosa en este atardecer
para cruzar solo, la noche intensa.

Orlando Ordóñez Santos