La noche me abraza,
el silencio me acoge,
tu sombra me posee.
Tu presencia me acecha,
tu oración me eleva,
tus gritos callados arrullan.
Se enciende el fuego,
entrega total
yace un despertar.
Noche de Oropel
llena de placer
enciende mi ser.
Sábanas blancas
con aroma a ti,
luces celestiales.
Destellos de pasión
envueltos en sublimes
cantares.
Renace el amor
cada vez que te tengo corazón,
almas sincronizadas.
La noche se hace eterna
entrelazados suspirando,
amena conexión.
Janeth Olivas
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