martes, 28 de agosto de 2018

LA VECINA


De mirada penetrante
un poco inquietante
no la llegué a conocer
tan solo la pude ver.

Era extranjera,
no sé de donde,
pero a bien seguro
que era de fuera.

Un beso suyo, recibí
y con ese gesto, ella
se convirtió en mi estrella.

Sé que no vive en la capital
que no lo pasa mal,
y convive en pecado
con un dueño de un supermercado
siendo feliz
y viviendo como una emperatriz.

Oigo comentarios
incluso en telediarios,
que vendrá de nuevo
y pienso
¿quién le hará el relevo?
pues no están muy bien avenidos
en una situación
que provoca conmoción.

La veo llegar, llorosa,
incluso, a ratos, temblorosa
no salió como ella esperaba
pues era el hombre
con quien siempre soñaba.

La espero en mi piso
pues verme, siempre quiso,
y la espero en el rellano
tocando el piano.

Al oír las letras musicales
que son, para ella, especiales,
rompe a llorar
y yo, corriendo,
la voy a encontrar.

Nos fundimos en un abrazo,
nos dimos un fuerte beso,
y al final de la jornada,
solo quedó en eso
un Amor,
lleno de color.

JAUME ALEGRE LASTERRA -Barcelona-

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