viernes, 31 de agosto de 2018
EL POETA Y LA MARIPOSA.
El poeta cultivó versos en el jardín
de los sueños, una mariposa inquieta
reposó en sus pétalos sintiendo
el perfume de sus deseos, bebió
la miel de las letras sin saber
que eran de ella, sintiéndose
libre voló con alas suspicaces
y quedó anidada en la fuente
donde nacen los poemas.
Mariposa que surcas desnuda
el horizonte de los anhelos,
se huele el aroma desafiante
de tus deseos, se percibe el
calor de tu piel en el viento,
es la pluma del poeta dedos
diligentes recorriendo tu cuerpo
en la burbuja del silencio, tinta
invisible escribiendo en tu ombligo,
lo que no se lee pero se siente
como daga en tu vientre.
El poeta quedó cautivado
en los colores de alas traviesas
y la mariposa cayó en el néctar
de los versos sensuales, aprendieron
a besarse con ingenio placentero,
tocaban con misterio encendido
sus labios con letras de fuego,
bailaban sin ropa en la pradera
mágica de sus pensamientos,
hacían el amor sobre la sábana
blanca de los poemas vírgenes
y sin palpar la piel, se regalaron
el orgasmo que solo tienen las
almas que saben amarse en silencio.
Luis Emilio Tigüilá Robles -Guatemala-
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