Se me fue la juventud, murió el encanto.
los sueños rosas se quedaron truncos.
Las ilusiones se fueron en un solo respiro,
el otoño llamó pronto a mi puerta.
Solo mi corazón que ha palpitado
al son de mis suspiros moribundos,
sabe de noches de silencios largos,
de alboradas de fingidos sueños.
Sabe en que momento se rompió la magia
de alegrias y noches placenteras,
del suave roce de caricias largas,
del húmedo beso en primavera.
Ahora solo soy reliquia de pasiones
en el féretro senil que da la vida.
El camino se acorta y no me corro
la carrera de vivir ya se me acaba.
Raquel Alejo -PERÚ-
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