DE CONQUISTADOR A CONQUISTADO

Si Dios a mí me bendice
con el privilegio mujer,
a que éste, tan humilde ser
en tu alma se entronice,
nunca tu amor agonice
siendo permanente tema,
como una fina diadema
yo te guardo en mi corazón,
y siempre la serás razón
para escribirte un poema.

Yo imaginaba conquistar
a esa belleza que en ti vi,
pero muy pronto descubrí
lo errado que puedo estar,
en esta forma de pensar
puedo estar equivocado,
trayéndome preocupado
porque quise conquistarte,
no sé como lo lograste
pero yo fui el conquistado.

Mujer que ocupas mi vida
mis días, mis pensamientos,
si faltas, falta mi aliento
y a perecer me convidas,
si ilusiones concebidas
por mi alma tú desdeñas,
si no amarme tú te empeñas
entonces habré perdido,
con ahínco yo te pido
que siempre tú seas mi dueña.

Te anotas una victoria
al conquistar al poeta,
porque una dulce saeta
mi alma llena de gloria,
ya puedo sentir la euforia
que hay dentro de mi corazón,
porque te has vuelto razón
divina de mi existencia,
eres llama, eres la esencia
principal de esta pasión.

Roberto Batista Pargas