OASIS DE LOS VERSOS

Escúchame en la voz del viento,
mírame en tus palmas sonriendo,
abrázame en la llovizna seca
de la tarde, tócame una y otra vez
en cada sutil pensamiento, corro
libre en cada detalle que vez,
en toda ingenua casualidad
que te sorprende, siénteme
sin pensarme, que yo no he
dejado de pensarte sin sentirte,
no he cesado rozar tus labios
sin besarte.

Abrázame sin sentirlo, bésame
sin pensarlo, que yo sin pensar
sentí tus suspiros, toqué tus
labios mordidos por mis besos,
encontré en tu piel sudada mis
caricias felices, descubrí en tu
voz el grito de mi nombre y atrapé
en tu mirada la historia escrita
que vive ardiendo en el infinito
de los pensamientos, tierra
exquisita donde nacemos cada
noche y revivimos cada día.

Mírame en la densa niebla
de tu recuerdo, atrápame
y enciérrame en la alcoba
de tus deseos, arranca la
ropa mojada de la espera,
devuélveme el aliento con
el oxígeno de tus besos,
deja la huella de tus uñas
marcadas en mis deseos,
siénteme sin pensarme
y hagamos el amor en el
oasis de los versos, cama
perfecta de amantes venciendo
la distancia, quizá nos extraviamos
de la razón pero encontramos
la locura, la vía más corta
para amarnos.

Luis Emilio Tigüilá Robles -Guatemala-